En “Primera Fila” Franco De Vita hizo sentir al público
Con una puntualidad que agarró desprevenido a más de un asistente, Franco De Vita se subió a la tarima para empezar el show de la gira nacional “En Primera Fila”. Un juego de luces espectaculares, y el ritmo de los tambores con el intro de “Dónde está el amor”, anunciaron su salida triunfal. Todo estuvo a su favor; la receptividad del público y la desaparición de un tiempo que anunciaba lluvia favorecieron el espectáculo.
La primera aparición del cantante bastó para confirmar su energía y la potencia de su voz. Ya en la segunda canción tomó su guitarra y en el centro del escenario se lució con “Louis”. Le siguieron “Cálido y frío” y “Tú de qué vas”.
Antes de interpretar “Tan sólo tú”, el artista bajó al escenario e invitó a una mujer a hacer la parte de Alejandra Guzmán en la canción. No fue una, sino muchas las que se acercaron. La “voz afinada” no apareció, en cambio hubo besos y peticiones de fotografías. Franco solo se dejó querer.
A “Y te pienso”, “Si la vez”, “Aquí estás otra vez”, “Ay Dios”, les siguió “Sexo”, una animada pieza en la que toda la orquesta se lució.
Después de “Llévame contigo”, “Sólo importas tú” y “No me lastimes”, De Vita presentó a la banda internacional que lo acompañaba, compuesta por cuatro venezolanos, un español, un puertorriqueño, un mexicano y un cubano que tocaba el piano, pero en el momento de su presentación se destacó con un baile, en el que sobraron movimientos de caderas y dos improvisaciones de break dance. Todos tuvieron la oportunidad de sorprender en un “solo” con sus instrumentos.
Durante todo el concierto Franco De Vita se regocijó en la fidelidad de una audiencia que cantaba a todo pulmón cada uno de sus temas. En dos ocasiones se acercó a recibir un ramo de flores que dejó descansar sobre su piano y un afiche de una fanática a quien le agradeció.
No cabe duda de que el artista representa el género romántico, pero se las ingenió para amenizar la velada, de tal forma, que hubo un momento para todo. El ritmo movido que la banda dio a varias canciones invitó a los presentes a seguirla con sus aplausos y demostró que Franco canta pero no baila.
El cantante lució cómodo, vestido con el característico color negro que usa en las presentaciones, pero varió con pantalón gris y zapatos deportivos que lo ayudaron a ir por todos lados en el escenario. Antes de “Claro que se perder”, su antepenúltimo tema, se cambió a una franela del mismo tono que el pantalón.
Aunque se dirigió a la audiencia en pocas ocasiones, no se cansaba de repetir lo bien que la estaba pasando en Puerto Ordaz y solo lamentó que hubiese pasado tanto tiempo antes de un nuevo encuentro.
Pocos minutos antes de finalizar el evento, el público empezó a pedir “Vinotinto”, el tema más reciente compuesto a la selección de fútbol nacional. “He decidido unirme a la iniciativa que han tenido otros artistas para la Vinotinto.... pero antes de cantarla me falta algo... la franela”, fueron las palabras del cantautor antes de complacer las peticiones.
Franco De Vita hizo sentir a todos los asistentes en “primera fila”, con la presentación de un evento bien organizado con el que el público se sintió respetado.
Franco reflexivo
Con los temas “Un tercero entre los dos” y “No Basta”, hizo meditar al público acerca de la importancia de la paternidad responsable y de crear jóvenes de bien. “Hay que estar preparados económicamente antes de ser padres”. “Debemos prestar atención a nuestros hijos”, fueron algunos de sus consejos.
